Perdóname Señor


Perdóname Señor

“Pero si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad.” (1Jn 1,9).

Señor, hoy vengo a tu presencia, humilde y contrito, a pedirte con toda la fe de la que soy capaz, que limpies mi corazón y mi vida de todos los pecados que he cometido a lo largo de mis años.

Límpiame, Señor, purifícame, perdóname, sáname, con tu amor compasivo y misericordioso.

Y sana también las heridas que he causado, con mi comportamiento equivocado, en el corazón y la vida de las personas que tú mismo, en tu infinita bondad, pusiste a mi lado.

Perdóname, límpiame, purifícame, sáname, Señor… De toda vanidad, de toda soberbia, de todo egoísmo, que cierran mi corazón y mi vida a ti y a los demás.

Perdóname, límpiame, purifícame, sáname, Señor… De todo odio, de todo resentimiento, de toda violencia, que me destruyen por dentro, casi sin que yo mismo me dé cuenta.

Perdóname, límpiame, purifícame, sáname, Señor… De toda mentira, de toda maledicencia, de toda hipocresía, que interfieren gravemente en mi relación contigo y con las personas que me rodean y me necesitan.

Perdóname, límpiame, purifícame, sáname, Señor… De toda injusticia, de toda codicia, de toda impureza. que ofende gravemente mi dignidad personal, y la dignidad de aquellos con quienes me relaciono.

Perdóname, límpiame, purifícame, sáname, Señor… De todo mal pensamiento, de todo mal sentimiento, de toda palabra dañina, de toda acción ofensiva, de toda omisión injusta y destructiva.

Dame, Señor, un corazón nuevo. Un corazón manso y humilde como el tuyo.

Dame, Señor, un corazón libre y abierto, capaz de desprenderse de sí mismo y de sus propias deseos, y amar sin condiciones a todos los hombres y mujeres del mundo, cercanos y lejanos.

Dame, Señor, un corazón limpio, purificado por tu amor y tu gracia.

Dame, Señor, un corazón sano y fuerte, que luche con valor y alegría contra el mal y el pecado que me dañan por dentro y me alejan de tu amor y tu bondad, tu gracia y tu bendición.

Perdóname, límpiame, purifícame, sáname, Señor, como sólo Tú sabes hacerlo.

Ora, vive y comparte

P. Óscar

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