Partiendo la Palabra
Corpus Christi
( Mc 14,12-16,22-26)
Fuertes con Dios
Dice Jesús que el mayor mandamiento es » Amar a Dios con todo el corazón, toda el alma y todas las fuerzas» ( Mt 22,37 )
Es evidente que esto que dice Jesús es Fuego para nuestra alma, pero nos preguntamos:
¿ Con que fuerza contamos para ser fieles de corazón a Dios?
Recordemos el lamento de Dios ante la fragilidad de su pueblo:
! Que débil era tu corazón, Israel! ( Ez 16,30 )
Parece ser que no han cambiado mucho las cosas. Queremos amar a Dios en fidelidad, pero los cuantos de sirena y también las pruebas, socavan nuestros buenos deseos.
Veamos algunas profecías del A. Testamento que nos den la esperanza de que un día amaremos a Dios por la Fuerza que nos viene de Él.
Vemos a un salmista que inspirado por Dios llama al maná que alimento a Israel en el desierto:
» El pan de los Fuertes » ( Sl 78,25 ) Entendemos que es una profecía sobre la Fuerza Divina del Pan Eucarístico, que es el mismo Jesús, como El mismo nos dijo: ( Mt 26,26 ) .
Otro salmista dice de si mismo, ante la persecución que esta viviendo a causa de su fé, que » Dios le ha dado la Fuerza de un búfalo» ( Sl 92, 11 )
Fijémonos en la Iglesia Primitiva.
¿ De donde sacaban esos miles y miles cristianos de toda edad y condición social, la Fuerza para encarar el martirio, y no maldiciendo, antes bien bendiciendo a sus jueces y verdugos ?
Su Fuerza era el mismo Jesús, Vivo en la Palabra que guardaban en el corazón, y que se abría de forma maravillosa hacia el Pan de Vida en la Eucaristía.
Ese fue el secreto de su victoria frente al odio del mundo y es también el secreto de nuestra victoria.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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