La alegría de ser tuyo, Señor ( Jn 15, 9-17 )


Partiendo la Palabra
Domingo VI de Pascua 

La alegría de ser tuyo, Señor ( Jn 15, 9-17 )

Del Evangelio de este Domingo, podemos resaltar la promesa de Jesús de participar con sus discípulos de su alegría,  que lleva la marca de
» las alegrías eternas «.

Son eternas porque no están condicionadas por lo bien o mal  que vayan  nuestros planes o proyectos.

Son unas alegrías que alcanzan una dimensión celeste y así nos parece cuando vemos que  llama a sus discípulos, amigos, en contraposición a siervos.

Para comprender la incalculable grandeza de esta deferencia, tengamos en cuenta que la palabra amigo en la Sagrada Escritura significa : » Mi otro yo».

Y así lo vemos por ejemplo, cuando Jesús dice de si mismo que es la Luz del mundo ( Jn 8,12 ) y confiere este mismo  título-misión a sus discípulos al decirles:

» Vosotros sois la Luz del mundo » ( Mt 5,14 )

Por si aún nos albergan dudas, observemos lo siguiente.

Una vez resucitado, Jesús se aparece a sus discípulos en el Cenáculo y les dice :

«… Como el Padre me envió, así os envío yo a vosotros… » ( Jn 20,21-23 )

Salvando las distancias Jesús establece una identidad gloriosa entre Él, el Enviado del Padre ( Jn 11,42 )   y sus discípulos de todos los tiempos,  enviados por El  al mundo.

Es por eso que nos llama: Sus amigos …es decir :

» Mi otro Yo en el mundo «


P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com

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